Como en cualquier otro proyecto, siempre que se empieza un proyecto de optimización web, uno se encuentra con situaciones que van a dificultar la puesta en marcha de la estrategia SEO. Estas situaciones no son siempre las mismas para todos los proyectos, pero suelen coincidir. Y como en cualquier estrategia, es importante conocer bien al enemigo al que te enfrentas así que aquí expongo lo que para mí son los 5 principales obstáculos que hay que subsanar para empezar el proyecto con buen pie:
- Desconocimiento por parte del cliente Incluso cuando ya se ha decidido el ir adelante con el proyecto, muchos clientes todavía no entienden el concepto de optimización de búsqueda. La mayoría piensa que es una parte del diseño web, y que puede hacer que sus páginas vayan más rápido. Otros, con una idea un poco más cercana a la realidad, piensan que un optimizador “hace cosas” internamente a la página, pero no entiende que haya una relación directa con el contenido. De forma que sigue existiendo un tira y afloja hasta conseguir la validación de los contenidos a utilizar. Es clave que los creadores y/o editores de contenido entiendan la filosofía que hay detrás del SEO; Formación, formación, formación…
- Poner en marcha SEO sin integrarlo con la estrategia web Para que un proyecto de optimización pueda implantarse debidamente debe existir una estrecha relación entre el optimizador (SEO) y el webmaster. En muchas ocasiones, sucede que la persona que está encargada del mantenimiento de la web no es la misma que la ha diseñado, o aun no siendo así, muchas veces sucede que es una persona con un perfil informático muy técnico y que desconoce los fundamentos de marketing en los que se basa la optimización web. De nuevo entra en juego la formación, en este caso del equipo web, para garantizar que cualquier nuevo desarrollo, puesta al día, inclusión de nuevo contenido, se haga dentro de los límites marcados por la estrategia de SEO.
- Poner en marcha SEO sin integrarlo con la estrategia de marketing tradicional. Al mismo tiempo que es la estrategia SEO la que determina en gran manera los planes de desarrollo web, debe ser la estrategia de marketing global la que determine las acciones de SEO a poner en marcha. Al fin y al cabo, la web no es más que un instrumento más para la consecución de una estrategia de mercado, y todas las acciones relacionadas con el proyecto web deben confluir en la misma dirección, marcada por la estrategia de marketing global.
- No medir resultados Es difícil poder determinar si un proyecto ha tenido éxito o no si no somos capaces de primero, marcarse unos objetivos realistas y cuantificables, y segundo, medir los resultados de su implantación. Es crítico en un proyecto de optimización web, la definición de indicadores o KPIs (Key Performance Indicators), que permitan establecer si las acciones que se ponen en marcha obtienen los resultados deseados. Los indicadores a definir pueden ser muy diversos, dependiendo del tipo de negocio, y en definitiva en función de la estrategia de marketing definida. Ya sean el número de visitas, el numero de formularios enviados, el número de llamadas telefónicas obtenidas, el incremento de ventas directas, el numero de descargas de un determinado documento, o cualquier otro, lo verdaderamente importante es que estemos seguros de que podemos definir, seguir, medir y evaluar este indicador, para que podamos tomar acciones en consecuencia.
- El cliente no entiende que SEO es un proceso vivo A diferencia de lo que puede ser un desarrollo web, un proyecto de optimización es un proceso vivo, que requiere seguimiento y actuaciones de mantenimiento permanente. Hoy más que nunca, la alta competencia por el posicionamiento en la gran mayoría de los sectores, hace que un proyecto de optimización no finalice con el intercambio de un informe y un pago. Es un proceso vivo, que exigirá un determinado grado de dedicación por parte de la empresa para asegurarse de que la posición deseada para las palabras claves determinadas se pueda mantener con el tiempo.
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